Como ocurre con gran parte de los corredores rusos, sus comienzos fueron en la pista, donde pronto destacó por sus innatas cualidades que le llevaron a ganar varios campeonatos nacionales de persecución, tanto a nivel individual como por equipos, e incluso a ser campeón del mundo de la especialidad con solo 20 años.
Después llego su fenomenal año 1994 donde hace un Giro de Italia que le encumbrará en todas las quinielas habidas y por haber para las siguientes rondas de 3 semanas. Su Giro fué, como decíamos, completísimo, no solo hizo unas contrarrelojes espectaculares, sino que también sacó a relucir todo su potencial escalador. Ese mismo año gano el campeonato nacional de contrarreloj y la Lieja-Bastogne-Lieja entre otras.
Después llego su fenomenal año 1994 donde hace un Giro de Italia que le encumbrará en todas las quinielas habidas y por haber para las siguientes rondas de 3 semanas. Su Giro fué, como decíamos, completísimo, no solo hizo unas contrarrelojes espectaculares, sino que también sacó a relucir todo su potencial escalador. Ese mismo año gano el campeonato nacional de contrarreloj y la Lieja-Bastogne-Lieja entre otras.
Pero llego el año 1995 y ya no era el tapado, ni tampoco un novato, y todas las quinielas le ponían como número 1 para ganar cualquier carrera.
El Giro era su primera intención, pero se le cruzó en el camino un tal Tony Rominger y a partir de ahí se acabo el brillo de esta estrella. Abandona en el Tour de ese mismo año y esa sera la tónica general de su carrera en las grandes carreras por semanas, su mejor resultado en el Tour es la posición 20 y con apariciones muy contadas, aunque esperadas por el aficionado, que no olvidaba a aquel rubiales que había doblegado a Indurain y a Pantani en la misma carrera.
El Giro era su primera intención, pero se le cruzó en el camino un tal Tony Rominger y a partir de ahí se acabo el brillo de esta estrella. Abandona en el Tour de ese mismo año y esa sera la tónica general de su carrera en las grandes carreras por semanas, su mejor resultado en el Tour es la posición 20 y con apariciones muy contadas, aunque esperadas por el aficionado, que no olvidaba a aquel rubiales que había doblegado a Indurain y a Pantani en la misma carrera.
En 1990, Marco Giovannetti sorprendió a todo el mundo aquel año en el que todo parecía rodar bien para el italiano, se llevó el amarillo de la Vuelta y quedó tercero en el Giro de Italia.
En adelante, cualquier tiempo pasado sería mejor para el italiano. Lo más destacable que le quedaría por ganar sería el campeonato nacional de ruta del 92. En su periplo amateur hay que destacar su medalla de oro en la Olimpiada de los Angeles en la prueba de 100km contrarreloj por equipos.
Por El Obstinado Aguador
Berzin después del Giro del 95 en que hizo segundo todavía dejo destellos en el 96 con una etapa en el Giro, otra en el Tour e incluso siendo maillot amarillo.
ResponderEliminarA partir de ahí muy poco.
Pero vamos, creo que muy distinto a Giovanetti que ganó una vuelta de rebote pero que era un corredor "mediocre".
Y en el 98, cuando estaba en la FDJ, se hace una Lieja impresionante, en la que ataca lejísimos y los capos se tienen que poner serios porque si no les gana la carrera. Está claro que si no hizo más fue porque no quiso
EliminarMadre de Dios, cómo se ha puesto el amigo Berzin. Parece que no se priva de nada. Lo de su carrera ciclista fue un poco rarito, no se yo si en el 94 iría hasta arriba de 'to´' y luego tuvo que bajar el pistón o qué leches ocurrió. Pero el caso es que la penita que dio a partir de entonces no es muy normal.
ResponderEliminarLa verdad que aquella Gewiss era un equipo muy sospechoso, sobre todo en el 94, pero el tema de Berzin, creo que lo aclara su estado físico actual jajaja.
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