La ruta de hoy nos llevaba a la zona de Cabrales, a las subidas del durísmo y bellísimo Jitu de Escarandi y a Oceño. 127kms y unos 2700m de desnivel.
Llegamos a Cangas de Onís y al bajar las bicis de la baca observamos asombrados la fina capa de hielo que las recubre.
Y con mucho frío salimos de Cangas, rumbo hacia la primera dificultad del día, el Alto de Ortiguero.
La subida al Ortiguero es muy tendida y coronamos sin mayor dificultad. Las vistas desde arriba son tremendas.
Y bajamos rumbo a Arenas, previo paso por el mirador del Urriellu.
En Arenas de Cabrales nos desviamos hacia Poncebos, y atravesamos una garganta espectacular, con un río Cares que lucía precioso.
Tras pasar Poncebos, comienza la subida al Jitu, sus 4 primeros kms son al 9% de media. Se atraviesa al principio 3 túneles excavados en la roca.
Y llegando al final de la primera zona dura, la carretera serpentea un poco en la montaña para dejarnos vistas preciosas.
Después vienen unos kms más tendidos que son una verdadera pasada, a través de un desfiladero y con unos rincones preciosos.
Llegamos a Sotres, donde nos espera un rampón de aupa para entrar en el pueblo y los paisajes son cada vez más espectaculares.
A la salida del pueblo hay un tramo con mal asfalto, o mejor dicho, sin asfalto.
Y justo después llega la subida hasta el Collado de la Caballar, con un km terrorífico al 14,5% de media, con rampas del 20% en el que hay que apretar los dientes, en especial en una curva de herradura a izquierdas terrible.
Tras coronar la Caballar, quedan un par de kms de toboganes hasta el Jitu, que con la nieve cubriendolo todo, convierten la zona en algo mágico.
Foto de grupo en el Jitu, falta seriedad.
Las vistas desde arriba son increibles.
Bajada rápida hasta Arenas, para avituallarnos poderosamente.
Y de ahí partimos rumbo a Oceño, comenzamos la subida, que son unos 4 kms al 9%.
La subida agarra mucho, pero es constante y tiene buenas vistas sobre el valle.
Y llegamos a Oceño, allí decido seguir hacia la Collada Trespandiu, pero a mitad de camino me doy la vuelta ya que el hormigón estaba en muy mal estado y el circo-cross no es lo mío.
Así que solo queda bajar hasta Arenas y volver a Cangas a través del Alto del Ortiguero, que deja vistas bonitas.
De verdad, falta mucha seriedad.
En definitiva, una ruta bonita, dura y con un puerto espectacular, duro y bellísimo. Lo peor, como siempre, la compañía, jajaja.
ahora en agosto cuando ves estas etapas que hacemos con tanto frio es cuando te das cuenta de que estamos como cabras, pero tambien te das cuenta de lo que se pierden quien por frio no las hacen. LAGO
ResponderEliminarlos puertos estan ahi, no creo que se muevan
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